Seamos realistas — cultivar plantas fuertes y sanas no consiste solo en regarlas y esperar cruzando los dedos que dé resultado. Se necesita paciencia, habilidad y un buen conocimiento del delicado equilibrio entre la temperatura y la humedad.
Si te gusta cultivar, probablemente hayas oído esta regla general: mantener las temperaturas en torno a los 24 °C con alta humedad en las primeras etapas de crecimiento, y luego bajar la humedad una vez que empiecen a formarse flores o frutos. Pero, ¿y si pudieras ir más allá de estas pautas generales y ajustar las condiciones para obtener resultados aún mejores?
Ahí es donde entra en juego el déficit de presión de vapor (VPD).
Gracias a los avances en la ciencia de las plantas, ahora tenemos una forma precisa de calcular el entorno perfecto para las plantas en cada etapa de crecimiento.
En este artículo, desglosaremos qué es el VPD, por qué es importante, cómo afecta a la transpiración de las plantas y cómo calcularlo. Además, compartiremos consejos prácticos y los rangos ideales de VPD para las diferentes fases de crecimiento. ¡Empecemos!

TABLA DE CONTENIDOS
1. ¿Qué es el déficit de presión de vapor (VPD)?
2. ¿Cómo transpiran las plantas el agua?
3. ¿Por qué importa esta diferencia?
4. ¿Cómo se calcula la VPD de un espacio de cultivo interior?
a. Lo que necesitas para empezar
b. Desglose de la fórmula
c. Cómo calcularlo paso a paso
d. Hazlo más fácil
5. ¿Cuál es un buen VPD para tus plantas?
a. VPD en crecimiento vegetativo (desarrollo temprano y formación de la copa)
b. VPD en el crecimiento reproductivo (floración, fructificación y maduración)
6. ¿Por qué es tan importante la VPD?
7. Conclusión de Atami
¿Qué es el déficit de presión de vapor (VPD)?
El déficit de presión de vapor (VPD) es la diferencia entre la cantidad de humedad que el aire puede contener a una temperatura determinada y la cantidad de humedad que realmente contiene.
Para las plantas, el VPD representa la presión que expulsa el agua de las hojas en forma de vapor.
La temperatura y la humedad desempeñan un papel clave en este proceso: determinan la cantidad de agua que pierden las plantas a través de las hojas, lo que repercute directamente en su crecimiento, salud y rendimiento general. Mantener un VPD óptimo ayuda a las plantas a transpirar de manera eficiente, absorber nutrientes de manera efectiva y evitar el estrés innecesario.
¿Cómo transpiran las plantas el agua?
Piensa en la transpiración como la forma que tienen tus plantas de «sudar». Al igual que los humanos, las plantas están compuestas principalmente de agua y, cuando hace demasiado calor o está demasiado seca, liberan humedad para refrescarse.
Esto ocurre a través de los estomas, unos diminutos poros en la superficie de las hojas que se abren y cierran en función de las condiciones ambientales.
Funciona así:
1. Absorción de agua: las raíces absorben agua del suelo y la transportan a través del xilema.
2. Evaporación: Dentro de las hojas, el agua se evapora de las células del mesófilo.
3. Liberación: El vapor de agua sale a través de los estomas, creando un efecto de «atracción» que extrae más agua (y nutrientes) de las raíces.
La transpiración no se trata solo del movimiento del agua, es esencial para el transporte de nutrientes, la regulación de la temperatura y la salud general de la planta. Sin ella, las plantas no podrían realizar la fotosíntesis ni crecer adecuadamente.
¿Por qué importa esta diferencia?
Las plantas prosperan cuando existe el equilibrio adecuado entre la cantidad de agua que liberan (transpiran) y la cantidad de agua que puede contener el aire que las rodea.
• Si la VPD es demasiado baja (alta humedad), tus plantas pueden tener dificultades para transpirar correctamente, lo que provoca una absorción más lenta de nutrientes y un mayor riesgo de moho.
• Si la VPD es demasiado alta (baja humedad), tus plantas pueden perder agua demasiado rápido, lo que provoca estrés y dificulta su crecimiento.
¿Cómo se calcula la VPD de un espacio de cultivo interior?
A primera vista, calcular la VPD puede parecer una tarea intimidante, especialmente si acabas de empezar a mejorar tus técnicas de cultivo. Pero no te preocupes, es más sencillo de lo que parece y dominarlo marcará una gran diferencia en tus resultados. Aquí tienes una guía paso a paso para ayudarte a entender y calcular la VPD con facilidad.
Lo que necesitas para empezar
1. Higrómetro digital
Este dispositivo mide la temperatura del aire y la humedad relativa de tu espacio de cultivo. Es una herramienta esencial para cualquier cultivador de interior, así que asegúrate de tener uno a mano.
2. Termómetro infrarrojo
Se utiliza para medir la temperatura de las hojas de tus plantas. Notarás que la temperatura de las hojas suele ser ligeramente inferior a la temperatura del aire circundante. Esto se debe a que las hojas pierden calor a través de la transpiración, el proceso de liberación de vapor de agua.

Desglose de la fórmula
La fórmula para el VPD es:
VPD = VP(hoja) – VP(aire)
Vamos a repasarla:
• VP(hoja) se refiere a la presión de vapor en la superficie de la hoja, que está influenciada por la temperatura de la hoja. Cuanto más caliente esté la hoja, más vapor de agua liberará.
• VP(aire) se refiere a la presión de vapor en el aire circundante, determinada por la temperatura y la humedad del espacio de cultivo. Una humedad alta significa que el aire puede contener menos humedad adicional, mientras que una humedad baja significa que el aire puede absorber más humedad de la planta.
Cómo calcularlo paso a paso
1. Mide la temperatura del aire y la humedad relativa con tu higrómetro. Anota estos valores.
2. Mide la temperatura de la superficie de la hoja con tu termómetro infrarrojo. Este valor suele ser 1-2 °C más bajo que la temperatura del aire en un entorno saludable.
3. Utiliza una tabla de VPD o una calculadora en línea para introducir tus valores. Estas herramientas te ahorrarán tener que hacer los cálculos manualmente.
Si tienes curiosidad por calcularlo tú mismo, este es el proceso básico:
1. Convierte tus lecturas de temperatura en valores de presión de vapor. Busca la presión de vapor de saturación (SVP) a tus temperaturas medidas (puedes encontrar tablas de SVP en línea).
2. Calcula la presión de vapor real (VP) del aire. Multiplica la SVP de la temperatura del aire por la humedad relativa (en forma decimal, por ejemplo, 60 % = 0,6).
3. Resta VP(aire) de VP(hoja) para obtener el VPD.
Hazlo más fácil
Hay un montón de tablas gratuitas de VPD y calculadoras en línea disponibles. Solo tienes que introducir los datos de temperatura y humedad, ¡y calcularán el VPD por ti en segundos! Muchas incluso sugieren rangos ideales de VPD para diferentes etapas de crecimiento, para que sepas exactamente a qué aspirar.
PRO TIP:
• Para principiantes: Empieza con una tabla de VPD. Es visual, fácil de usar y te indica los rangos de temperatura y humedad ideales para las diferentes etapas de crecimiento. Tenla a mano para comprobar rápidamente si estás en la «zona correcta».
• Para cultivadores experimentados: Considera la posibilidad de invertir en un controlador ambiental que supervise y ajuste la temperatura y la humedad automáticamente. Esto elimina las conjeturas en la gestión de la VPD y mantiene tus plantas en su entorno de crecimiento óptimo en todo momento.
Un ejemplo de un gráfico VPD para cultivo en interiores

¿Cuál es un buen VPD para tus plantas?
A medida que las plantas avanzan en su ciclo de vida, experimentan distintas fases de crecimiento: vegetativa y reproductiva. Cada etapa tiene sus propias necesidades específicas de temperatura, humedad y, en última instancia, el déficit de presión de vapor (VPD).
Conseguir el VPD adecuado en cada etapa es clave para optimizar el crecimiento, la salud y el rendimiento final de las plantas. A continuación, hemos esbozado los rangos de VPD recomendados para cada fase, tanto si cultivas plantas anuales, perennes o hortalizas de temporada, junto con los ajustes de temperatura y humedad para ayudarte a crear el entorno ideal para tus plantas.
VPD en crecimiento vegetativo (desarrollo temprano y formación de la copa)
En esta etapa, las plantas concentran su energía en el desarrollo de las raíces y la expansión de las hojas. Mantener una mayor humedad evita la pérdida excesiva de agua mientras sus sistemas radiculares aún se están desarrollando.
• VPD recomendado: 0,4-0,8 kPa (ideal para plántulas y plantas jóvenes)
• Humedad relativa del aire: 65-75 %
• Temperatura del aire: 22-26 °C (72-79 °F)
• Temperatura de las hojas: 1-2 °C más baja que la temperatura del aire
💡 Consejo para principiantes: Si mantener una humedad alta es un desafío, colocar bandejas de agua o toallas húmedas cerca de tus plantas puede ayudar a aumentar naturalmente los niveles de humedad.
A medida que las plantas maduran, aumenta su absorción de nutrientes y agua. Bajar gradualmente la humedad fortalece la transpiración, lo que favorece tallos más fuertes y un follaje exuberante.
• VPD recomendado: 1,0-1,2 kPa
• Humedad relativa del aire: 55-65 %
• Temperatura del aire: 22-26 °C (72-79 °F)
• Temperatura de las hojas: similar a la temperatura del aire
⚙️ Para cultivadores experimentados: esta es la etapa perfecta para experimentar con el ajuste de los niveles de VPD. Ajustar la temperatura y la humedad puede influir en la estructura y la resistencia de la planta, lo que conduce a un crecimiento más saludable.
VPD en el crecimiento reproductivo (floración, fructificación y maduración)
Una vez que las plantas entran en su fase reproductiva, cambian la energía del crecimiento vegetativo a la producción de flores y frutos. Los niveles más bajos de humedad reducen el riesgo de moho y aseguran una transpiración óptima para maximizar el transporte de nutrientes.
• VPD recomendado: 1,2-1,6 kPa
• Humedad relativa del aire: 45-55 %
• Temperatura del aire: 22-26 °C (72-79 °F)
• Temperatura de las hojas: similar a la temperatura del aire
🌸 Para plantas con flores: un VPD bien controlado favorece flores más grandes y vibrantes, mejorando el color y el aroma.
🍓 Para cultivos frutales: optimizar el VPD puede dar lugar a frutas más dulces y sabrosas al mejorar la distribución de azúcar y nutrientes.
🥬 Para verduras de hoja verde y hortalizas: el equilibrio adecuado garantiza hojas más crujientes y con más textura, lo que mejora la calidad general y la vida útil.
📌 Consejo profesional: durante esta etapa, controla la humedad de cerca. Incluso un ligero aumento puede provocar problemas de moho, especialmente en flores densas o racimos de frutas. Un deshumidificador puede ser una gran inversión para garantizar resultados de alta calidad.
¿Por qué es tan importante la VPD?
La VPD puede parecer demasiado técnica al principio, pero dominarla es una mejora palpable. En lugar de basarte en conjeturas, crearás un entorno optimizado que promueve:
✅ Mejor absorción de nutrientes para plantas más fuertes y saludables.
✅ Mayor resistencia contra plagas, enfermedades y estrés ambiental.
✅ Mejora de la calidad de las flores, frutos y hojas, con colores más vibrantes y sabores más ricos.
✅ Mayores rendimientos, tanto si cultivas por estética, sabor o valor de mercado.
Los cultivadores a gran escala confían en la gestión precisa de la VPD para mantener una calidad constante y los mismos principios se pueden aplicar a los cultivadores domésticos o a los productores que quieren mejorar su producción.
Con solo un higrómetro, un termómetro de infrarrojos y una tabla o calculadora de VPD, puedes perfeccionar tus condiciones de cultivo interior.
Conclusión de Atami
Perfeccionar tu VPD es un gran paso, pero es una forma eficaz de mejorar la calidad y el rendimiento de tus cultivos. Ya sea que cultives flores, frutas o verduras, comprender y controlar el VPD te asegura que no dejes piedra sin remover para lograr una calidad de primer nivel.
No te preocupes, esto no es tan difícil como parece, solo usa las tablas de VPD como guía y concéntrate en un monitoreo constante en lugar de la perfección. Todo cultivador empieza por algún sitio, y los pequeños ajustes pueden conducir a grandes mejoras. Pero recuerda, cuanto más preciso seas, más cerca estarás de crear ese entorno de cultivo perfecto.
Así que coge tus herramientas, comprueba tus lecturas y sumérgete en la ciencia del VPD. ¡Tus plantas, y tus futuras cosechas, te lo agradecerán!