Lo has hecho, un año más has caído en la tentación de comprar una preciosa flor de Pascua aún temiendo que no sobreviva más allá de Navidad. No te preocupes, vamos a darte las claves para cuidarla durante todas las fiestas, y, también después de estas.

La flor de Pascua, también conocida como flor de Nochebuena o Poinsettia, es una verdadera joya vegetal originaria de México pero conocida en todo el mundo.
Con más de 100 variedades cultivadas, esta planta se ha convertido en un símbolo emblemático que marca el inicio de la temporada navideña. Sin embargo, también es famosa por ser desechada justo después de las festividades por no saber como procurar un correcto mantenimiento de ella. Bajo la creencia de que es una planta difícil de cuidar, hay muchos que optan por hacerse con una versión artificial… ¡pero nada más lejos de la realidad! La flor de Pascua es una planta bastante resistente, y, con los cuidados adecuados, pueden ser muy longevas. De hecho, en su estado natural, viven durante décadas y crecen tanto que llegan a parecer pequeños árboles.

Lo que asusta a muchos es que después de la época navideña comienza a perder hojas. Esto, por un lado es natural, pues es una planta caducifolia, pero también puede significar que la planta no ha tenido los cuidados adecuados. En cualquiera de los dos casos, la gente suele deshacerse de su flor de Pascua por no saber cómo proceder tras haber perdido las hojas y se pierden la oportunidad de disfrutar de su renacimiento, y posterior floración la Navidad siguiente.
¿De verdad quieres ser una de esas personas que compran poinsettias «de usar y tirar»? Si la respuesta es no, y quieres mantener vivas tus Poinsettias Navidad tras Navidad, has aterrizado en el lugar adecuado. Aquí tienes algunos errores comunes y consejos prácticos para evitarlos y cuidarlas ahora y durante el resto del año.
Errores comunes y cuidados básicos
Como hemos comentado, es totalmente necesario mantener unos cuidados básicos para que la planta esté sana. De lo contrario, destinará sus fuerzas y energías en sobrevivir y no en producir flores, así que toma nota de los siguientes errores comunes y los consejos de cuidado para evitarlos.
- 1. Ubicar la planta en un lugar sin suficiente luz
Has comprado una flor de Pascua visualizando el lugar donde quedará ideal junto con el resto de tu decoración navideña. Por razones estéticas, a veces cometemos el error de colocarla en una zona donde no hay suficiente luz. O donde recibe pocas horas de luz. Recuerda: antes que una pieza decorativa, es una planta viva, y debemos tratarla como tal.
Por eso, el primer consejo es que coloques tu Poinsettia en un lugar luminoso, cuanto más cerca de una ventana mejor. Durante los meses de invierno y primavera puede soportar la luz solar directa, pero en verano y otoño, es mejor evitarla, ya que podría quemar sus hojas.

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2. Riegos demasiado frecuentes, sin comprobar que los primeros centímetros de tierra se han secado del todo
La frecuencia con la que riegas tu poinsettia es muy importante para mantenerla en buen estado. El riego excesivo es uno de sus peores enemigos y la razón por la que la mayoría de las poinsettias no superan la temporada navideña. Las poinsettias son euforbias, es decir, pertenecen a la familia de las suculentas. Esto significa que son muy sensibles a la podredumbre de las raíces y toleran mejor ciertos periodos de sequía que el exceso de agua.
Por otro lado, vigila el porcentaje de humedad de la estancia donde tengas tu Poinsettia. Estas plantas necesitan un nivel moderado de humedad ambiental para prevenir la caída de las hojas, una humedad por debajo del 40% le hará un flaco favor a la hora de mantenerse sana y bonita.
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3. Colocarla cerca de la calefacción, aire acondicionado o zona con temperaturas más cambiantes de la casa
Las Poinsettias son resistentes, sí, pero prosperarán dentro de un rango de temperaturas específico. ¿Cuál es ese punto óptimo? Lo ideal es una temperatura de unos 20-22 °C durante el día y un mínimo de 15 °C por la noche. Aunque pueden soportar mínimas de hasta 5 grados centígrados, deben evitarse las temperaturas inferiores a 10 grados y las variaciones bruscas de temperatura para que su estado de salud sea el mejor posible. Recomendamos mantener las poinsettias alejadas de corrientes de aire, como las generadas por aires acondicionados y calefactores, para evitar que pierdan humedad y se marchiten.
En las zonas más frías, es mejor conservarlas en el interior, lejos de las ventanas más frías. En zonas más templadas, donde la temperatura no baja más de 10 grados por la noche, pueden colocarse en el exterior, como en un balcón, en un jardín o en el alféizar de una ventana.
- 4. Usar una maceta sin agujeros o plato que no se escurre y sustrato de baja calidad
Este cuarto error está relacionado con la facilidad de la flor de Pascua a sufrir pudrición de raíces. Usar macetas sin agujeros, usar un sustrato de mala calidad o mantener un plato bajo la maceta, ¿qué tienen en común todas estas situaciones? No permiten un drenaje adecuado del agua, lo que provoca el encharcamiento de las raíces. Para mitigarlo, mantén tus plantas en macetas con agujeros de drenaje, que, aunque no suelen ser tan atractivas visualmente, son más funcionales. Recuerda que siempre puedes mejorar su apariencia con un cubremacetas decorativo, pero asegúrate de que el agua no se acumule en la base. Si utilizas un plato bajo la maceta, recuerda vaciarlo después de regar.
En cuanto al sustrato, elige uno rico en materia orgánica y con buena porosidad, para ello Kilomix puede ser tu mejor aliado. También puedes añadir a la mezcla una pequeña cantidad de arcilla, como Hydro Rokz. Este ajuste mejorará aún más el drenaje y la aireación, aunque entonces puede que tengas que regar la planta con más frecuencia.
- 5. No darles ningún tipo de nutrientes
Como sabes, todas las plantas necesitan ciertos nutrientes esenciales para llevar a cabo sus funciones vitales, y para ello hay que fertilizarlas. Aunque las poinsettias no son plantas especialmente exigentes, necesitan un aporte regular de nutrientes. Por eso, añadir al agua un fertilizante rico en nitrógeno cada dos o tres semanas permitirá que la planta se desarrolle sana y feliz.
Puedes utilizar fertilizantes líquidos como 1-Component o Growth-C, que contienen todos los elementos necesarios para nutrir tu planta. O, si prefieres utilizar un fertilizante orgánico sólido, Upgrade es una apuesta segura. Es muy fácil de usar, basta con espolvorear de 2 a 4 gramos por litro de sustrato, guiándose por los litros de la maceta… ¡y ya está! Tus plantas tendrán suficientes nutrientes para los próximos 3 meses aproximadamente.

Cómo conseguir que vuelva a florecer
Una vez hemos interiorizado estos cuidados básicos, podemos pasar a pensar en su floración. ¿Cómo puedes conseguir que florezca Navidad tras Navidad? Como sabes, la Poinsettia florece en invierno, específicamente de noviembre a febrero en el hemisferio norte, cuando los días se acortan.
Por ello, para que tu flor de Pascua vuelva a florecer hay que imitar estas condiciones y, durante octubre hasta Navidad, evitaremos que reciba luz de 12 a 14 horas al día.
De forma natural, a partir de octubre anochece mucho antes, lo que debería ser suficiente. Pero si con esto no consigues entre 12 y 14 horas de oscuridad, bastará con tapar la planta durante la tarde-noche con un plástico oscuro, con un cartón grueso o con una campana protectora recubierta de papel de aluminio.
Percibir este acortamiento de las horas de luz le da a la planta la señal para comenzar a florecer. Por ello, la Poinsettia es considerada una planta de día corto.
Después de la floración
Coincidiendo con la finalización de las fiestas, la flor de Pascua poco a poco irá perdiendo hojas. No te preocupes. Si has hecho caso a los consejos de cuidado de arriba, a tu planta no le pasa nada. Como hemos dicho, las poinsettias son plantas de hoja caduca por lo que es natural que se les caigan todas las hojas. Cuando esto ocurra, ¿qué hay que hacer a continuación?

Poda y Propagación
Después de que las hojas caigan y pierdan sus brácteas (las hojas de color rojo), poda la planta dejando tallos de entre 5 y 10 cm. Estos tallos pueden utilizarse como esquejes de punta para multiplicar la planta. En zonas sin riesgo de heladas, sería el momento de plantarlas en el jardín si quieres añadirlas a tu colección exterior, donde pueden desarrollarse libremente.