Si siempre has labrado y removido la tierra después de cada cosecha, quizá te sorprendan la sencillez y las ventajas del método de jardinería sin labrar o no-dig. Este enfoque, arraigado en los principios de la permacultura y la agricultura natural, hace hincapié en trabajar con la naturaleza para preservar la salud del suelo y reducir la mano de obra.

 

En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la jardinería sin labrar, cómo hacerla, los beneficios asociados y ¡mucho más!

Good mulching with organic material is key to the no-dig method.
Un buen acolchado con material orgánico es clave para el método sin excavar.

¿Qué es un huerto sin labrar y cómo funciona?

La jardinería sin labrar es un método en el que se añade una gruesa capa de materia orgánica a la superficie del suelo, creando un mantillo rico en nutrientes y de descomposición lenta. A diferencia de la jardinería tradicional, esta técnica evita la alteración del suelo, confiando en los procesos naturales para descomponer la materia orgánica y enriquecer el suelo.


Piensa en ello como un acolchado supercargado: las aportaciones orgánicas alimentan el ecosistema del suelo, permitiendo que los microbios, hongos y bacterias beneficiosas descompongan los materiales en ácidos húmicos, ácidos fúlvicos y nutrientes de liberación lenta. Mientras tanto, las lombrices y otros organismos del suelo trabajan para integrar la materia orgánica en el suelo, mejorando la estructura y la fertilidad.


Qué utilizar para tu huerto sin excavar y perturbar la tierra:

● Una capa de 15 cm de compost, estiércol viejo, restos de jardín, hojas caídas, compost de setas o paja.
● Evita cavar o remover la tierra: ¡deja que la naturaleza haga su trabajo!

La preservación del suelo y los beneficios asociados

1. Conservación del suelo

● Perturbación minimizada: La labranza altera el delicado equilibrio de la red trófica del suelo, rompiendo las redes de hongos y matando a los organismos beneficiosos. El método no-dig preserva estos ecosistemas vitales.
● Estructura del suelo mejorada: El suelo inalterado mantiene su porosidad, lo que permite un mejor flujo de oxígeno y el crecimiento de las raíces.
● Raíces aisladas: Las capas de mantillo regulan la temperatura del suelo, manteniendo las raíces más calientes durante las estaciones frías.


2. Conservación de nutrientes
A medida que la materia orgánica se descompone con el tiempo, adquirirá un color negro y empezará a emitir un olor dulce y terroso. Durante este tiempo, libera lentamente en el suelo nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio. Además, la presencia de ácidos húmicos y fúlvicos aumenta la capacidad del suelo para retener nutrientes, mejorando el crecimiento de las plantas y la producción de flores.


3. Aumento de la retención de agua
El mantillo descompuesto crea una estructura del suelo suelta y porosa, con mayor retención de agua. Las bolsas de aire y los túneles de lombrices actúan como esponjas, reduciendo el consumo de agua y la frecuencia de riego.


Las ventajas de una mejor retención del agua te permiten utilizar menos volumen de agua y alimentar con menos frecuencia, ahorrando tiempo y costes


4. Reducción del impacto medioambiental
Excavar y remover la tierra no es ni de lejos tan sostenible para el medio ambiente como un proyecto de jardinería no-dig. La jardinería sin labrar evita la liberación de carbono y la alteración del ecosistema que provoca el laboreo del suelo. Es una práctica sostenible que favorece la biodiversidad, mejora la salud del suelo y minimiza los residuos reciclando los materiales orgánicos.


5. Eficiencia en tiempo y costes

● No necesitas herramientas ni maquinaria pesada para labrar la tierra.
● Ahorra dinero reduciendo la necesidad de fertilizantes y tierra comprada.
● Las malas hierbas son asfixiadas por la gruesa capa de mantillo, lo que reduce el trabajo de escarda y eliminación de hierbas adventicias.

Cómo crear tu jardín no-dig o sin labranza

Empezar un huerto sin labrar es sencillo y puede hacerse casi en cualquier sitio. Sigue estos pasos:


1. Elige tus materiales orgánicos
Reúne compost, estiércol, hojas caídas, compost de setas, heno y corteza de árbol. Si utilizas materia orgánica fresca, deja que se descomponga de forma segura durante unas semanas antes de aplicarla.

Wood shavings can be a useful source of carbon for your quilt, but you should allow them to decompose for two weeks to a month, depending on the size.
Las virutas de madera pueden ser una buena fuente de carbono para tu edredón, pero debes dejar que se descompongan entre dos semanas y un mes, según el tamaño.

2. Aplícalo en capas
Aplica una capa de 15 cm de los materiales orgánicos que elijas directamente sobre el suelo. Asegúrate de que la capa sea lo bastante gruesa para ahogar las malas hierbas y aportar suficientes nutrientes.


3. Mantener y reponer
Con el tiempo, a medida que el mantillo se descompone y baja el nivel del suelo, basta con añadir más materia orgánica. Esto puede hacerse estacionalmente o siempre que sea necesario.


4. Empieza a plantar
Cuando estés listo para plantar, cava pequeños agujeros en la capa de mantillo y añade tus semillas o trasplantes. No es necesario remover la tierra de debajo.

Por qué es ideal una capa de 15 cm

La capa recomendada de 15 cm de materia orgánica no es arbitraria, sino un equilibrio cuidadosamente elegido que garantiza el éxito de tu jardín sin labrar. He aquí por qué:


● Supresión de malas hierbas: Una capa de 15 cm bloquea la luz solar, asfixiando eficazmente a las malas hierbas e impidiendo su germinación. Las capas más finas pueden dejar pasar las malas hierbas persistentes.
● Suministro de nutrientes: Este espesor proporciona suficiente material en descomposición para alimentar a los microbios del suelo y a las plantas durante un periodo prolongado sin reposición constante.
● Retención de la humedad: Una capa gruesa minimiza la evaporación del agua al tiempo que mantiene la circulación del aire, ayudando a que la tierra se mantenga húmeda y sana.
● Eficacia de la descomposición: Los microbios, los hongos y las lombrices prosperan en una capa bien equilibrada, descomponiendo la materia orgánica en ácidos húmicos y otros compuestos beneficiosos.
● Aislante: Durante los meses más fríos, la capa actúa como una manta protectora, estabilizando la temperatura del suelo y salvaguardando las raíces de las plantas y los organismos del suelo.


Si tu jardín presenta desafíos únicos, puedes ajustar el grosor:

 

● Utiliza capas más gruesas (8-10 pulgadas) en zonas con malas hierbas o suelo pobre.
● Utiliza capas más finas (3-4 pulgadas) donde el suelo ya sea rico, pero ten en cuenta que éstas pueden requerir una reposición más frecuente.


Adaptando el grosor de la capa a tus necesidades, puedes maximizar las ventajas de la jardinería sin labrado, al tiempo que mantienes un mantenimiento sencillo y eficaz.

Nuestras reflexiones finales sobre el método no-dig

La jardinería sin labranza está lejos de ser un método perezoso: es un enfoque ecológico, eficiente y sostenible que funciona en armonía con los procesos naturales. Al preservar la salud del suelo, mejorar la retención del agua y ahorrar tiempo y dinero, ofrece numerosas ventajas a jardineros de todos los niveles de experiencia.


Utilizar el método de jardinería no-dig desde el invierno hasta la primavera es una forma estupenda de mantener calientes las raíces de tus plantas y fomentar la máxima tasa de microbiología del suelo y la armonía simbiótica entre las plantas y los miles de millones de microorganismos, bacterias y hongos beneficiosos.


Tanto si cultivas frutas, verduras o flores, este método garantiza que tu suelo se mantenga sano, rico y productivo. Empieza a cultivar sin labrar, así disfrutarás plenamente de tu huerto pero sin el trabajo agotador de la labranza.

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