El magnesio es un nutriente esencial para las plantas, ya que desempeña un papel crucial en su crecimiento y salud. Aunque constituye alrededor del 2 % de la corteza terrestre, el magnesio suele encontrarse unido a minerales y agua de mar. Este nutriente es vital para numerosos procesos fisiológicos y bioquímicos en las plantas.
En esta entrada del blog, exploraremos las funciones del magnesio, cómo reconocer los síntomas de deficiencia de magnesio y las causas de estas, así como cómo abordarlas eficazmente.

Funciones del magnesio
El magnesio es un elemento clave para la salud de las plantas y se considera un macronutriente secundario. Como ya hemos mencionado, este elemento tiene una serie de funciones importantes para la planta, de las que destacaremos algunas:
1. Producción de clorofila: el magnesio es un componente esencial de la clorofila, el pigmento que confiere a las plantas su color verde y es fundamental para la fotosíntesis.
2. Activación enzimática: actúa como cofactor de más de 300 enzimas y ayuda en diversos procesos bioquímicos.
3. Síntesis de proteínas: gran parte del magnesio de las células de las hojas está asociado a la biosíntesis de proteínas.
4. Transporte y utilización: El magnesio ayuda en el transporte y la utilización de los fotoasimilados, contribuyendo a la transferencia de energía y al movimiento de nutrientes dentro de la planta.
Cómo reconocer los síntomas de la deficiencia de magnesio
La deficiencia de magnesio puede ser difícil de identificar, ya que el primer síntoma, una clorosis intervascular en la que la hoja se vuelve amarilla entre las venas, también se da en la deficiencia de hierro y nitrógeno.
Las diferencias son que, en la deficiencia de hierro, esta clorosis se centra en las hojas más jóvenes, y en la deficiencia de magnesio, en las más viejas. Para distinguir entre deficiencia de nitrógeno y de magnesio, debemos prestar atención al estado general de la planta y al hecho de que el amarilleo suele ser más intenso cuando hay falta de nitrógeno.
Este amarilleo de las hojas se debe a una producción deficiente de clorofila, el pigmento que da a las hojas su color verde. Si faltan elementos clave para la producción de clorofila, como el magnesio, el nitrógeno y el hierro, los niveles de clorofila se reducen y la planta pierde el color verde característico de una planta sana.
A continuación, hablaremos de las otras características de la deficiencia de magnesio. Puedes consultar estos blogs para aprender más sobre las deficiencias de nitrógeno y hierro.
1. Clorosis intervenal: como explicamos, uno de los primeros y principales signos de esta deficiencia es el amarilleo entre las venas de las hojas más viejas, mientras que las venas en sí permanecen verdes.
2. Manchas marrones: A medida que la deficiencia avanza, las hojas más viejas se vuelven más amarillas y pueden desarrollar manchas marrones de color óxido.
3. Hojas jóvenes sanas: a diferencia de otras deficiencias, las hojas más jóvenes suelen permanecer verdes y sanas hasta que la deficiencia empeora.
4. Crecimiento atrofiado y clorosis: en casos graves, incluso las hojas jóvenes pueden volverse amarillas y el crecimiento general de la planta puede ralentizarse.

La deficiencia de magnesio es más común que la de otros nutrientes, especialmente cuando se cultiva en suelos arenosos con baja capacidad de intercambio catiónico, porque los iones Mg2+ pueden ser arrastrados por la lluvia y el riego. Esta situación puede empeorar si el suelo también es ácido, como te explicamos a continuación.
Causas de la deficiencia de magnesio
La deficiencia de magnesio es más común que la de otros nutrientes, especialmente en suelos arenosos y muy erosionados debido a la lixiviación excesiva de este nutriente. Sin embargo, hay varios factores que pueden provocar la deficiencia de magnesio en las plantas, siendo los principales los siguientes:
1. Desequilibrio de nutrientes: Las cantidades excesivas de potasio, amonio o calcio pueden dificultar la absorción de magnesio.
2. Condiciones del suelo: los suelos muy erosionados, ácidos y gruesos suelen tener poca disponibilidad de magnesio. Estos suelos tienden a lixivilarse, especialmente en regiones con precipitaciones abundantes. Además, esta deficiencia es común en suelos con baja capacidad de intercambio catiónico.
3. Temperatura: las bajas temperaturas del sustrato pueden ralentizar el metabolismo de las plantas y reducir la absorción de magnesio por las raíces.
4. Composición del suelo: Alrededor del 90-98 % del magnesio del suelo está bloqueado en estructuras minerales y no está directamente disponible para las plantas, lo que provoca deficiencias.
Cómo abordar la deficiencia de magnesio
Afortunadamente, la deficiencia de magnesio puede remediarse con relativa facilidad. Esto es lo que puedes hacer:
1. Medidas preventivas: Añade regularmente fertilizante de magnesio al agua de nutrientes para prevenir deficiencias.
2. Medidas curativas: si aparecen síntomas de deficiencia, la aplicación foliar puede corregir rápidamente la deficiencia.
3. Fertilización de las raíces: utiliza fertilizantes ricos en magnesio, como ATA CalMag o VGN Calmag, si eres un cultivador orgánico, para suministrar a través del sistema radicular una cantidad más sostenida de magnesio.
4. Nutrición vegetal de calidad: utiliza productos de nutrición vegetal de alta calidad que proporcionen nutrientes equilibrados durante las fases de crecimiento y floración.
El magnesio es crucial para mantener plantas sanas y productivas. Al comprender sus funciones, reconocer los síntomas de deficiencia y saber cómo abordar estas deficiencias, puedes asegurarte de que tus plantas permanezcan verdes y prósperas. Para obtener soluciones fiables y eficaces a la deficiencia de magnesio y otras necesidades de nutrición de las plantas, considera la posibilidad de utilizar productos Atami.
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