Al cultivar plantas en interior, el objetivo es reproducir el entorno natural lo más fielmente posible. Para simular las distintas estaciones, desde las largas horas de luz diurna a las más cortas, es crucial mantener unos niveles de temperatura y humedad que se ajusten a las necesidades de las plantas.
En este artículo, exploramos la importancia de mantener los niveles adecuados de temperatura y humedad a lo largo de las distintas etapas del ciclo vital de una planta, cómo controlar el ambiente interior y los riesgos potenciales que hay que tener en cuenta al cultivar en interior.
¿Cuál es la temperatura óptima para las plantas de interior?
Esto varía mucho de una planta a otra, así que lo mejor es consultar las condiciones ideales para tu planta y tu variedad y ajustarte a ellas en la medida de lo posible.
En general, y especialmente las plantas generativas, tienden a preferir ambientes más cálidos. Lo mejor es aspirar a una temperatura de entre 20 y 24 grados. Es importante que la temperatura se mantenga estable tanto si las luces están encendidas como apagadas. Incluso puedes jugar a bajar la temperatura un par de grados cuando las luces estén apagadas para imitar el ciclo natural día/noche que experimentan las plantas en el exterior.
¿Cuál es el nivel de humedad óptimo para las plantas de interior?
El nivel ideal de humedad varía según el tipo de planta y su fase de crecimiento. Normalmente, durante las primeras etapas, como las fases de plántula y vegetativa, las plantas prefieren condiciones más cálidas y húmedas, con una humedad relativa de alrededor del 50-80%. A medida que las plantas maduran, sobre todo durante las fases de floración y maduración, lo mejor es bajar la humedad a alrededor del 50%, con un objetivo del 35-50% durante el pico de producción. Ésta es la mejor manera de evitar problemas con los hongos, y de impedir que arruinen tu cosecha justo antes de recogerla.
Cómo controlar la temperatura al cultivar en interior
No todos los espacios de cultivo interior reúnen de forma natural las condiciones ideales. He aquí algunos métodos que te ayudarán a controlar la temperatura y los niveles de humedad de tu entorno de cultivo:
Extracción:
Un extractor ayuda a eliminar grandes volúmenes de aire del cuarto de cultivo, expulsándolo. La eficacia de tu sistema de extracción desempeña un papel importante en el mantenimiento de los rangos de temperatura ideales.
Calentador eléctrico:
Durante los meses más fríos, añadir un calefactor a tu cuarto de cultivo puede ayudar a equilibrar las temperaturas ambientales, manteniendo la habitación dentro del rango correcto. Los calefactores son especialmente útiles por la noche, cuando las luces están apagadas y no hay ninguna fuente de calor externa.
Controladores de temperatura del ventilador:
Estos dispositivos pueden conectarse a ventiladores, calefactores y extractores, utilizando sensores para mantener automáticamente la temperatura deseada en el cuarto de cultivo sin necesidad de supervisión constante. Aunque pueden suponer una inversión, ahorran tiempo y garantizan un entorno estable.
Cómo controlar los niveles de humedad al cultivar en interior
Después de hablar del control de la temperatura, vamos a discutir cómo controlar la humedad. A continuación, se exponen distintos métodos para regular los niveles de humedad en interiores:
Humidificadores:
Los humidificadores pueden transformar una habitación seca en un ambiente más adecuado, creando una atmósfera húmeda y brumosa ideal para las plantas durante su fase vegetativa. Los hay de varios tamaños, por lo que son adecuados tanto para espacios de cultivo pequeños como grandes.
Deshumidificadores:
Si los niveles de humedad suben demasiado, sobre todo durante las estaciones húmedas, un deshumidificador puede eliminar el exceso de humedad del espacio de cultivo. Esto es especialmente importante durante la fase de floración, ya que una humedad elevada puede afectar negativamente a las plantas.
Utiliza siempre un higrómetro:
Para controlar con precisión los niveles de temperatura y humedad, utiliza un higrómetro digital. Estos asequibles aparatos proporcionan lecturas en tiempo real y a menudo registran las lecturas más bajas y altas durante un periodo de 24 horas.
Los Riesgos Potenciales de las Altas Temperaturas y la Humedad en Interiores
• Riesgo de moho: Los altos niveles de humedad durante las últimas fases de crecimiento pueden provocar la aparición de moho.
• Estrés térmico: Las temperaturas elevadas pueden causar estrés térmico, lo que provoca diversos problemas, como retraso del crecimiento y mala salud de las plantas.
• Mayor actividad de las plagas: Las plagas, incluidos insectos y ácaros, prosperan en entornos cálidos y húmedos.
• Reducción de la calidad: Las altas temperaturas pueden afectar negativamente a la calidad de la cosecha, dando lugar a flores o frutos menos vibrantes y más claros.
¿Qué es el Estrés Térmico y Cómo Identificarlo?
El estrés térmico está causado por el aumento de las temperaturas en tu cuarto de cultivo, que puede convertirse rápidamente en problemático. Identificar los síntomas a tiempo puede evitar problemas mayores. Vamos a repasar algunas causas y signos comunes del estrés térmico:
• Luces de cultivo que generan calor: Las luces de cultivo, sobre todo durante periodos prolongados, pueden generar mucho calor. Esto es especialmente difícil durante la fase vegetativa, cuando las luces están encendidas muchas horas.
• Calor en el exterior: Durante el verano, las olas de calor inesperadas pueden hacer que se disparen las temperaturas interiores. Encender las luces de cultivo por la noche, en lugar de durante día, puede ayudar a mitigar este problema.
• Ventilación y extracción deficientes: Los sistemas de ventilación viejos o inadecuados pueden provocar una acumulación de calor y humedad. Actualizar tu sistema de extracción cada poca cosecha es una buena práctica.
• Sin ventilador oscilante: Los ventiladores oscilantes ayudan a hacer circular el aire alrededor de las plantas, evitando los puntos calientes. Sin estos ventiladores, tu cuarto de cultivo puede calentarse rápidamente.
¿Cómo Identifico el Estrés Térmico en las Plantas?
1. Hojas curvadas hacia dentro:
Las plantas responden a las condiciones de calor y sequedad curvando las hojas hacia dentro para reducir la superficie expuesta a la luz y minimizar la pérdida de agua.
2. Plantas pequeñas y atrofiadas:
La exposición a altas temperaturas puede atrofiar el crecimiento, lo que conduce a una mala salud y a plantas más pequeñas. Esto significa cosechas menos productivas y de calidad inferior.
3. Peor rendimiento:
Algunas plantas son muy sensibles a las altas temperaturas, y la floración se ve afectada por ellas. La floración puede detenerse y las flores no cuajar, o incluso, la planta puede no llegar a florecer nunca.
Si la planta, a pesar de las condiciones adversas, consigue florecer, las altas temperaturas reducen drásticamente el rendimiento y la calidad de la cosecha.
Conclusión
Mantener los niveles adecuados de temperatura y humedad durante todo el ciclo vital de tus plantas es clave para el éxito del cultivo de interior. Invertir en las herramientas adecuadas -como un higrómetro digital, un humidificador, un deshumidificador, ventiladores oscilantes y un calefactor eléctrico- te ayudará a crear un entorno estable y controlado. La constancia es esencial; mantener a tus plantas felices y sin estrés dará los mejores resultados.